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Guía de compra de una vivienda – Home buying guide

El siguiente texto es un extracto del libro Guía de compra de una vivienda(ISBN: 9781644611531) Conocerlo, entenderlo, interpretarlo y ayudarlo, escrito por Elena Cuervo y Susana Alfageme, publicado por de Vecchi /DVE ediciones.

Antes de comprar

Valoración De Las Posibilidades Económicas

No todo el mundo puede acceder a la compra de una vivienda, pues su coste, incluso en el supuesto más económico, es considerable. En pocos años los precios se han multiplicado y siguen subiendo. Esto hace que, hasta ahora y por el momento, la adquisición de una vivienda, además de una necesidad, sea también una muy buena inversión. Al mismo tiempo y por iguales razones, constituye para la mayoría de las personas un sacrificio considerable durante muchos años.

También es verdad que el precio de la vivienda no es el mismo en todas partes, pues hay poblaciones en las que puede llegar a duplicarse o incluso triplicarse en relación con el existente en otro lugar, si consideramos un piso de similares características. Sin embargo, cuando una persona busca una vivienda, a no ser que su objetivo sea la inversión y no vaya a situar en ella su residencia, lo cierto es que está condicionada por sus circunstancias particulares y la desea cerca de su trabajo y familia, a pesar de que su precio pueda ser superior al de otras poblaciones.

En cambio, aquellos que no buscan una residencia habitual sino que aspiran a invertir su dinero amplían sus opciones, pues pueden comprar en diferentes lugares, por lo que la elección vendrá determinada por la rentabilidad esperada y el montante de la inversión que se desee realizar.

Aunque a lo largo de este libro haremos referencia en algunas ocasiones a la compra de un inmueble con una finalidad distinta, centraremos nuestra atención en la compra de vivienda que se destinará a residencia habitual, pues es la adquisición más frecuente en la práctica y en la que posee especial protagonismo el comprador que no es experto en la materia y que, por ello, está más necesitado de asesoramiento.

Cuál es el precio de la vivienda en el entorno

Si tenemos que centrarnos en la situación de una persona que busca su residencia habitual y lo hace en su entorno más próximo, el primer paso es tomar conciencia del precio de la vivienda donde se pretende comprar.

Para obtener esa información hay muchas opciones posibles: visitar agencias inmobiliarias, consultar los anuncios por palabras en la prensa del lugar o en publicaciones especializadas en la venta de vivienda, revisar datos estadísticos publicados sobre el precio por metro cuadrado, etc.

Este primer paso implica cierto esfuerzo, pero es imprescindible; sólo de este modo se podrá valorar si lo que se pretende comprar es caro o barato: se necesita una referencia. Para tener la mejor referencia posible es fundamental diferenciar ciertas cuestiones:

El tamaño de la vivienda suele ser el factor que más influencia tiene en su precio, ya que este suele ser proporcional a la superficie. Es importante diferenciar la superficie útil de la superficie construida, pues no comprenden los mismos metros una y otra, y la que realmente va a poder habitarse es la útil.

• La superficie útil incluye el espacio disponible en la vivienda excluyendo el destinado a muros, tabiques u otros elementos que impiden hacer uso del espacio. No se cuentan como metros útiles aquellos en los que no hay una altura hasta el techo de, al menos,150 cm. Otros espacios, como terrazas o tendederos, tan sólo suman, como útiles, la mitad de sus metros, siempre y cuando no superen un porcentaje del total de la vivienda. En esta superficie no se tiene en cuenta la parte que corresponde a la vivienda en los elementos comunes.

• La superficie construida supone la suma de la superficie total dela vivienda, incluyendo los elementos que antes mencionábamos como excluidos en la superficie útil.

  • Si es una población suficientemente grande, lo más probable es que el precio de la vivienda varíe en función de las zonas o barrios: lo más habitual es que los precios suban en el centro de la ciudad o áreas de especial importancia (proximidad a la playa, zonas residenciales que cuentan con numerosos servicios, etc.) y bajen en las afueras o zonas con escasos servicios.
  • El tipo de vivienda también afecta a su precio: las viviendas unifamiliares(adosados o pareados) suelen más caras que los pisos.
  • La calidad de los materiales empleados en la construcción, así como los servicios con los que cuenta la vivienda y el edificio o la urbanización en la que se ubica, influyen en el precio de la vivienda. Por ello son más baratos, por ejemplo, los pisos sin ascensor o sin calefacción, y más caros los que cuentan con zonas ajardinadas, uno o varios ascensores, servicio de portería, piscina, etc.
  • El estado, el tamaño, la situación y la orientación de una vivienda condicionan su precio. Suelen ser más caros los pisos nuevos que los usados, los grandes que los pequeños, los exteriores y soleados que los interiores y sombríos, y los de cierta altura que los que se hallan en la primera planta.
  • En caso de que haya poblaciones cerca de la ciudad elegida y se disponga de un medio de transporte adecuado, es interesante valorar el precio de la vivienda en esos otros lugares, pues si desciende considerablemente puede llegar a compensar el gasto en desplazamientos.

A su vez, todos estos factores deben considerarse conjuntamente pues, por ejemplo, una vivienda unifamiliar en las afueras puede tener un precio parecido a un piso en pleno centro de la ciudad o una casa de escasa calidad y muy antigua, pero céntrica, puede tener un precio superior a otra nueva y mejor que se encuentre más alejada.

Una vez se tenga una idea de cuál puede ser el precio de la vivienda en la localidad elegida y sus alrededores, hay que considerar que este no es más que una parte de lo que cuesta adquirir nuestra residencia, pues se deben sumar otra serie de gastos: escritura pública de compraventa, inscripción en el registro de la propiedad, impuestos y, en caso de solicitar un préstamo hipotecario, también escritura, registro e impuestos de este. Aunque más adelante detallaremos en qué consisten estos gastos añadidos, adelantamos en este momento que pueden llegar a incrementar el precio en, aproximadamente, un 10 %, por lo que se deben tener presentes desde el principio ya que condicionarán la decisión.

Por último, no sólo se tendrá en cuenta el precio de la vivienda y los gastos que conlleva su compra, sino también los pagos periódicos que se establecerán desde el mismo momento de la adquisición: cuota de la comunidad de propietarios, posibles derramas, suministros de luz eléctrica y gas, impuesto de bienes inmuebles, seguro del hogar, etc.

De cuánto dinero dispongo

Una vez se han estudiado los precios de la vivienda en la zona, hay que valorar las posibilidades económicas.

Por supuesto, es fundamental pensar si para comprar la vivienda se van a considerar los ingresos de una sola persona o si van a comprar varias de forma conjunta. Teniendo en cuenta que el precio de un inmueble hoy en día es considerable, son muchos los que esperan a formalizar una relación estable de pareja para comprarlo, aunque no es la única posibilidad. En cualquier caso, si la decisión es la compra conjunta, es fundamental la estabilidad de la relación, pues se trata no sólo de un desembolso grande sino también de un compromiso de pago aplazado durante años.

Cuando sean dos personas o incluso más las que compren de forma conjunta, se sumarán las posibilidades económicas de todos ellos, pero se deberán considerar otras cuestiones no menos importantes: si van a ser copropietarios a partes iguales o contarán con un porcentaje diferente según la contribución económica de cada uno, el régimen económico aplicable en caso de tratarse de un matrimonio o pareja de hecho, etc.

Dejando aparte el número de compradores, los factores que hay que considerar son los mismos:

  • Dinero ahorrado

Evidentemente el hecho de contar con cierta cantidad de dinero es fundamental a la hora de adquirir una vivienda.

Existen diferentes opciones de ahorro: depósitos a plazo, letras del tesoro, fondos de inversión, cuentas de ahorro vivienda, etc.

Hay que considerar las circunstancias de cada caso, especialmente la cantidad de dinero que se pueda ahorrar al año, el número de años durante los cuales se pretende ahorrar antes de adquirir una vivienda y la disponibilidad que se desea dar a ese dinero, tanto respecto a la fecha en la que se podrá recuperar como al destino que se le dé.

Es interesante recurrir a un profesional que ofrezca asesoramiento sobre las distintas opciones de inversión y la rentabilidad de cada una de ellas. Si se trata de un asesor financiero que no tiene vinculación con ninguna entidad bancaria, seguramente podrá ofrecer una ayuda más objetiva. No obstante, una buena opción es solicitar información en distintos bancos y cajas de ahorro sobre sus productos y comparar hasta encontrar la opción que mejor se adapte a unas necesidades concretas.

  • Cuenta de ahorro vivienda

Este tipo de cuenta es una de las formas de ahorro que incluíamos en el apartado anterior, pero queremos detenernos en ella por sus especiales características en relación con la compra de una vivienda.

El dinero ingresado en esta cuenta únicamente puede destinarse a la adquisición, construcción o rehabilitación de la primera vivienda habitual, por lo que no pueden domiciliarse pagos en ella ni emplearse el dinero en otras cosas distintas.

Toda persona solamente puede tener abierta una cuenta de ahorro vivienda, aunque es posible cerrar una para trasladar todo el saldo a otra de una entidad diferente, si es que resulta interesante por sus condiciones. Además, debe invertirse todo el saldo de la cuenta en el periodo de tiempo establecido (que oscila entre cuatro y seis años en función de la comunidad autónoma que corresponda y la fecha en que se haya abierto la cuenta).

Frente a otras formas de ahorro este tipo de cuenta ofrece ventajas fiscales, pues permite practicar la deducción por inversión en vivienda habitual en el impuesto sobre la renta de las personas físicas antes de la compra y durante el tiempo en que puede estar abierta esta cuenta. No obstante, esta deducción tiene un límite anual, razón por la cual interesa ajustar las cantidades que se ingresan en la cuenta al límite hasta el cual podrá practicarse la deducción. Esto no quiere decir que no se pueda ingresar un importe superior, pero no se podrá practicar deducción por el exceso, por lo que conviene pensar si no será más interesante otra forma de ahorro para ese excedente que no limite el destino que se pueda dar al dinero.

Con una cuenta de este tipo hay que planificar adecuadamente el ahorro pues, si finalmente no se destina el dinero a la compra, construcción o rehabilitación de una primera vivienda habitual o se cumple el plazo máximo de la cuenta sin que lleve a cabo la inversión, Hacienda exigirá la devolución total delas deducciones practicadas con intereses de demora.

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