La nueva numerología: Guía Práctica. Sabiduría y curiosidades de los números para descubrir su futuro y el de los demas – The New Numerology: A Practical Guide. Wisdom and curiosities of numbers to discover your future and that of others
El siguiente texto es un extracto del libro La nueva numerología: Guía Práctica. (ISBN: 9781683255451) Conocerlo, entenderlo, interpretarlo y ayudarlo, escrito por Alain-Victor Christel, publicado por de Vecchi /DVE ediciones.
La ley del karma
Para intentar mantenerme fiel a mi forma de pensar, yo definiría así el término karma: manifestación de una justicia divina por su esencia, representada por la ley de las consecuencias.
«Cada acción suscita una reacción. Recolectarás lo que siembres».
Esta regla de causa y efecto es la matriz de esta obra y, puesto que es la que ha motivado mi impulso literario, voy a concederle un lugar privilegiado.
Hace referencia al propio principio de la evolución humana a través de la reencarnación. El dogma de la espiritualidad y de la tradición esotérica se apoya en este postulado.
Tanto si se adhiere a esta posibilidad de obrar y de encontrarse cada vez en el marco de un camino iniciático preciso o de una misión simbólica que asumir, como si se rechaza, esto no cambiará nada las enseñanzas y las reflexiones que salgan de este libro. Los más escépticos podrán encontrar nuevas fuentes de información que les llevarán quizás a una toma de conciencia, al menos eso es lo que yo deseo.
Hablemos entonces de decreto kármico, puesto que somos el origen de este principio universal que presentaré de la siguiente forma: una serie de pactos y de compromisos aceptados con nosotros mismos, procedentes de vidas anteriores por el tiempo que dure esta existencia.
El principio de la reencarnación es una realidad concreta, nosotros somos su manifestación, y nuestr os actos, nuestros pensamientos, nuestras pulsiones y nuestros compromisos permiten aligerar o cargar el equipaje de nuestra alma.
Las vidas anteriores no tienen ninguna influencia directa, forman parte del pasado, de un patrimonio de adquisiciones con los que se tendrá que construir. Sus incidencias son de nivel calificativo pero no fenomenal. No son ni refugios ni pretextos para escapar de la realidad. No es importante saber lo que se ha sido, sino que es más importante saber lo que se es.
Edgar Cayce, cuyos escritos dan fe en este ámbito, nos dice con humor: «Las personas que creen en la reencarnación desean o pretenden haber sido un personaje famoso. Tenemos un montón de Napoleones y de Cleopatras, hasta el punto de creer que en aquella época no existían las criadas. Estos excesos se explican a través de un potente sentimiento de frustración en la vida actual que se intenta compensar».
Yo creo que se trata de una trampa que lo único que puede hacer es desacreditar a la persona implicada y ensombrecer los valores simbólicos de un principio cósmico inmutable.
Nosotros seremos, en el contexto de este libro, mucho más razonables…
La representación kármica, en el marco de nuestra aproximación psicológica al ser humano, se situará esencialmente en dos niveles.
El primero es la búsqueda de algunos números que representan deudas kármicas, una especie de deudas simbólicas con el cielo que tenemos que saldar imperativamente a menos que queramos aumentar la factura. La presencia de uno o varios de estos números determina compromisos aceptados o que se tienen que aceptar, una línea de conducta que mantener en función del mensaje. Con vistas, evidentemente, a la liberación.
Se recomienda prestar atención a la siguiente lista, que representa esa serie de números portadores de deudas que saldar:
13 14 15 16 19
Dese cuenta de que todos son superiores a la línea de los nueve primeros números. Por tanto, están integrados en el sistema binario, lo que implicará que se tengan que afrontar situaciones duales, relacionadas, evidentemente, con su campo de acción respectivo.
Por extensión, tenemos derecho a pensar que las letras que corresponden a estos valores numéricos están también afectadas por el mismo horizonte de depuración.
En este caso:
M N O P S
13 14 15 16 19
Su presencia en el nombre o en el apellido representa un contencioso que se tiene que solucionar, pero de una intensidad mínima y al que prestaremos muy poca importancia. En cambio, tendremos que localizar de manera prioritaria todas las formas de asociaciones que den lugar a un número de esta serie particular.
A modo de ejemplo, presentamos dos configuraciones clásicas:
8 + 5 = 13 = 4 (1 + 3 = 4)
y
7 + 6 = 13 = 4 (1 + 3 = 4)
Destacaremos de paso la presencia del subnúmero 13, con sus implicaciones kármicas relacionadas con el 4, que en los dos casos nos dan el mismo resultado. Esto pone en evidencia una nueva noción, que será el hilo de Ariadna de la metodología que expongo, la del origen de un número.
Veremos en el capítulo siguiente la aplicación concreta de este procedimiento, llamado de explosión del número, o también nuclear (no insistiré en el uso de este último término, utilizado normalmente en Yi King para los hexagramas).
Este principio se encuentra en la base de todas las investigaciones numerológicas. Nos lleva hasta el propio corazón del número y podemos, entonces, extraer su quintaesencia. A menudo, todavía oigo decir y leo que el karma se asimila con las pruebas de la vida cotidiana. Es realmente cierto en gran parte, pero, ¿por qué el espíritu de razonamiento lógico que poseemos no va también en la otra dirección, en la de la luz?
¿Por qué sistemáticamente se tiende a oscurecer el aura que transporta la noción de karma, ya cubierto por los tonos amargos de nuestros pensamientos parásitos? El éxito también forma parte de la ley de las consecuencias; es el reflejo de las lecciones aprendidas, admitidas y aplicadas, sea cual sea nuestro nivel, nuestro estatus, nuestra edad o nuestro sexo.
Es verdad que antes de la manifestación positiva de un acto inscrito en las grandes líneas de nuestra vida, habrá hecho falta gastar mucha energía, contar con el tiempo y, sobre todo, con nosotros mismos, para alcanzar el objetivo fijado, pero no olvidemos nunca que el Universo tiene también cosas que decir…
El simbolismo de los números
La simbología de los números del 0 al 9
El número 0
Se trata del huevo cósmico. Es una palabra que deriva del árabe cifa, que significa «vacío». Es el valor que permite que los demás existan y se multipliquen. Representa la vía de nacimiento natural de la energía. Una leyenda nos dice: «Atenea, diosa de la inteligencia, salió por un agujero que Hefestos realizó en el cráneo de Zeus». Se trata de una potente y singular alegoría.
Louis-Claude de Saint-Martin nos dice: «No se trata de un número, esa cifra no tiene contenido real. ¿Por qué tenemos que interesarnos por él? Precisamente para significar esta realidad que corresponde a su afectación natural. El 0 marca el Universo, controla la movilidad de las potencias, lo mismo que el 1 controla la fijación de los centros. No tiene valor por sí mismo, pero su presencia otorga singularmente a los números que acompaña una potencia superior llamada por delegación ».
El 1 aumenta, se convierte en 10, accede a un nivel superior mientras continúa siendo él mismo (1 + 0 = 1).
El número 1
«Todo es cierto en la Unidad, todo lo que es coeterno con ella es perfecto. Todo lo que se separa de ella está alterado o es falso. El 1 es el principio de la Creación manifestado. Las energías se expresan por primera vez. Se trata de un símbolo de síntesis.»
«Al principio estaba el Verbo, y el Verbo era Dios.»
El 1 ha simbolizado siempre el Gran Arquitecto del Universo, la fuente original de la creación y, por extensión, el hombre, que representa la encarnación de la potencia divina. Es el punto de partida de todos los pasos evolutivos o involutivos, pero también el punto de retorno, puesto que el fin se une siempre con el principio.
En lo espiritual, se trata de una energía aislada, andrógina, que no puede crecer ni multiplicarse por sí misma (1 ∞ 1 = 1). Sólo mediante una explosión consigue crear las ayudas y los apoyos necesarios para la concreción de sus aspiraciones. Entonces veremos aparecer el 2.
Estos símbolos se definen de la siguiente forma: potente supremacía de esta energía creadora, orientada hacia una dominante masculina (símbolo de la virilidad), sin hacer diferencias de sexo (en lo físico).
Analogías tradicionales: el 1 reina como jefe en toda la serie de los números, como el Sol domina con su presencia y su calor en su sistema. Es el centro de su Universo, el punto fijo del círculo simbólico que delimita su territorio. La persona marcada por este símbolo manifestará con fogosidad todos sus potenciales en el sector, evidenciados por el número 1.
En modo positivo: esto nos dará paso al acto frecuente, inteligencia viva, autonomía, creatividad, potencia, excelente espíritu de dirección, etc.
En modo negativo: los aspectos negativos imputables a esta vibración son de dos tipos: los excesos (tiranía, orgullo, arrogancia, egoísmo, agresividad, despotismo, locura), las debilidades (inercia, duda, dependencia, estancamiento).
Para tener una mejor idea de La nueva numerología: Guía Práctica. Entenderlo, ayudarlo, por favor continúe esta emocionante aventura haciendo clic en Amazon Spain, Amazon Mexico, Amazon US, Amazon UK, Amazon Australia, Amazon Canada, Amazon India, Casa deLibro, Google, Apple, Scribd, Barnes & Noble, Bookmate, Kobo, Bookbeat, Fnac, 24 Symbol, Amabook,…
Otras lecturas:




