
El libro de los sueños. Conózcase a través de sus sueños – Book of dreams. Know yourself through your dreams
El siguiente texto es un extracto del libro El libro de los sueños. Conózcase a través de sus sueños(ISBN: 9781646997244) Conocerlo, entenderlo, interpretarlo y ayudarlo, escrito por Brenda Mallon, publicado por de Vecchi /DVE ediciones.
¿De Qué Están Hechos Los Sueños?
Bellos, irisados, eróticos, terroríficos, alegres, melancólicos, pero en el fondo siempre misteriosos, los sueños se nos parecen, están hechos a imagen nuestra, hechos de nuestra misma manera de ser. Se asocian a nuestro entorno cotidiano, a nuestro trabajo, a nuestra familia, a nuestros amores: reflejan nuestras emociones, encierran nuestros recuerdos, manifiestan nuestras esperanzas, nuestros intereses, los problemas, los miedos, los deseos secretos que ni nos atreveríamos siquiera a confesar.
Todos los sueños no son iguales: algunos quedan impresos en nuestras memorias durante años, nos ayudan a comprendernos, nos permiten anticiparnos ahechos destinados a ser realidad, a veces por la insistente repetición de un sueño, propenso a volver varias veces, siempre igual, aunque distanciado en el tiempo. Estos son los que los antiguos definían como sueños «salidos de la puerta de marfil», es decir, bellos, verdaderos, dignos de ser interpretados como mensaje de los dioses. Por consiguiente, son diferentes de los que «salen de la puerta del cuerno», más insignificantes y groseros, sueños que desaparecen enseguida en cuanto nos despertamos, como el azúcar en el café de la mañana, porque han sido provocados por una cena demasiado pesada, por la posición que habíamos adoptado durmiendo o por las impresiones de lo que habíamos visto u oído durante el día.
La teoría freudiana: la sexualidad en la base de los sueños
Freud define los sueños como un impacto de locura para nuestras envidias reprimidas; verdaderos cuentos fabricados por nuestra mente para colmar estos deseos que se agitan dentro de nosotros, hasta tal punto que si no llegáramos a soñar acabarían por despertarnos.
De todas maneras, sólo los más jóvenes, aún libres de reglas y prohibiciones, sueñan con sus ilusiones como son: el juguete, el pastel, los mimos de su madre. Las emociones de los adultos, que según Freud están siempre relacionadas con el aspecto sexual, son demasiado fuertes para dejarnos dormir tranquilamente. Por eso la inconsciencia las disimula recubriéndolas con otros símbolos, gracias a un lenguaje secreto que transforma el sueño en una especie de clasificador, en el cual cada imagen, cada detalle, aparece en lugar de otra cosa que no sabríamos admitir y reconocer como nuestra. Es así como soñamos con un gato, con una serpiente o con un caballo en vez de un pene, de una agresión; o con un columpio en vez de una sensación sexual. Una gruta o el agua representan a la madre; en cambio, la casa es la representación del cuerpo, y el sótano o el cuarto de baño, de los órganos genitales. Así pues, para interpretar un sueño no hay más que profundizar en él, analizarlo al detalle y trabajar en cada parte de manera independiente, agrupando las palabras, los pensamientos, los recuerdos, hasta llegar al centro mismo, a la raíz secreta del sueño.
Jung: los sueños como mensajes
El más célebre alumno de Freud, el psicólogo y psiquiatra suizo Carl Gustav Jung adopta una idea diferente de los sueños. Estudió atentamente los símbolos que arrastramos con nosotros, en el fondo oscuro de la inconsciencia, no sólo en cuanto al equipaje individual de nuestra vida, sino como herederos de los que nos han precedido (el pueblo, las razas), además de algo transmitido en nuestro código genético, como nuestra estatura o color de la piel.
Así pues, a la noción del inconsciente personal de Freud añade la de un inconsciente colectivo, cuyo contenido analizó minuciosamente. Jung recoge entonces los pensamientos de los antiguos y ve en los símbolos que llenan nuestros sueños maravillosos mensajes, consejos, premoniciones de la inconsciencia, es decir, de la parte secreta y receptiva de nosotros mismos, capaz de comunicarse sin palabras con otros seres.
Las últimas teorías
Desde estos precursores de la interpretación de los sueños ha llovido mucho. Hoyen día, algunos consideran los sueños como una alarma que avisa de la presencia de enfermedades, incluso de las que están en desarrollo; otros, un milagroso «lavado» de emociones contra las toxinas acumuladas por el sistema nervioso; otros, un medio que nuestro cerebro utiliza para reforzar la memoria o para promover la actividad; hasta llegar a la hipótesis atrevida y un tanto provocadora del neurólogo americano Allan Hobson, según la cual el arte del sueño sería una gimnasia saludable para el espíritu, que tiende a ligar, asociándolos, todos los impulsos nerviosos que castigan al azar parte de nuestro cerebro.
¿Dónde nacen los sueños?
Se ha creído a menudo que la «fábrica» de sueños se encontraba en la parte externa del cerebro llamada córtex. Parece que, al contrario, el responsable de las escenas oníricas es el centro del encéfalo, esa zona un poco primitiva que el hombre comparte con innumerables especies de animales también capaces de soñar. Basta con mirar un perro o un gato adormilado y observar sus movimientos o escuchar sus gemidos, para darse cuenta que están soñando con algo: con su madre, su comida, o con un agresor misterioso. Lo mismo sucede con un recién nacido o un feto en el vientre de su madre. El sueño empieza con la vida, antes de que hayamos empezado a desarrollar nuestro subconsciente, nuestros sentidos, nuestros recuerdos. Pero si empezamos a soñar antes de tener experiencias, esto significa que la materia de los sueños, la totalidad de las imágenes y de los símbolos que se nos manifiestan cada noche, está ya dentro de nosotros, argumento que corrobora un hecho sorprendente: los ciegos de nacimiento sueñan con formas y colores que nunca hanvisto.
El sueño en cifras
Satisfacen los deseos, resuelven problemas, nos ayudan a adaptarnos a la vida y, sin embargo, no todo el mundo puede decir que tiene buenos sueños. Los sueños agradables no pasan del 25 al 30 %; los sueños llamados neutros representan del 20 al 25 %, y el resto, es decir, alrededor del 50 %,se consideran una pesadilla llena de terror.
Pero ¿cuántos sueños tenemos? El 60 % de los soñadores declaran soñar una media de una vez al mes; un15 %, hasta cuatro veces por semana. En realidad hay muchos más sueños, al menos uno cada noche, aunque sólo el 6 % lo declaran, pero no pueden acordarse. He aquí las cifras resultantes: una hora y media por noche, lo que representa un total de veinte días por año y de cuatro a cinco años a lo largo de una vida.
¿Quién no sueña?
Alrededor del 7 % de las personas interrogadas están convencidas de que no sueñan, pero la ciencia afirma que eso es imposible: todo el mundo sueña, sin excepción, porque el sueño es una actividad indispensable para nuestro equilibrio. Sin sueños nos volveríamos locos. Sin embargo, preferimos borrar estas imágenes que amenazan con provocarnos crisis, y convencernos de que no hemos soñado. La falta de coherencia lógica y las transformaciones que se producen tan frecuentemente en los sueños contribuyen a un recuerdo difícil. En todo caso, excepto cuando son tan nítidos que pueden impresionarnos, transcurridos unos minutos después de despertarnos, los sueños desaparecen, o son modificados o borrados en parte. Para acordar sede ellos hay que anotarlos enseguida o bien explicarlos. Y mejor aún si, antes de acostarnos, delante de un espejo repetimos mirándonos: «Mañana me acordaré de mis sueños».
El sueño, espía del futuro
Los ancianos tenían los sueños en gran estima, los consideraban profecías. Hasta tal punto que, en la Roma imperial, cualquier persona que hubiera tenido un sueño que pudiera ser de interés para la ciudad, tenía la obligación de explicarlo a las autoridades competentes.
Así pues, en la zona inconsciente de la psique, los detalles de la vida diaria, los miedos, los complejos, los recuerdos cohabitan con fragmentos de comunicación del plano sutil, de fenómenos paranormales, de percepciones extrasensoriales que llamamos telepatía, visiones, premoniciones.
Soñar, sin que objeto alguno lo haga suponer, que un familiar lejano llamará por teléfono, que mañana nos pondrán una multa, que nuestra pareja está en la playa y no en una reunión como ha dicho, es una manifestación de lo paranormal a través de los sueños. Los mensajes, consejos, represiones, informaciones transmitidos por la antena del sueño prefieren la complicidad de la noche para irrumpir en nuestra conciencia, una manera de irrumpir que tendríamos a mal aceptar en estado de vigilia, cuando estamos distraídos por numerosas estimulaciones o frenados por nuestra razón. Y se encuentran cada vez más casos en los que un sueño bien inspirado ha salvado a alguien de un peligro o le ha permitido una victoria importante. Puede ser también que dos personas unidas por fuertes lazos afectivos, en particular los gemelos, formen un especie de puente mental entre ellos hasta el punto de compartir los mismos sueños.
Crear en sueños
Cuando dormimos somos más creativos que cuando estamos despiertos. La historia del arte y de la técnica ofrece la mar de ejemplos de una inspiración, de una réplica o de una fórmula, buscadas en vano de manera racional, en estado despierto, y que han surgido de la conciencia humana agarrándose a los hilos del sueño. La tradición quiere que la Divina comedia haya sido soñada por Dante y en segundo término sólo traducida en verso. Encontramos la misma historia en el modelo del átomo imaginado por Bohr, en la máquina de coser o en la cámara Polaroid. Y usaríamos aún pluma y tintero si el inventor del bolígrafo, el húngaro Biro, no hubiese soñado que cargaba una escopeta con una bola de plomo y una botella de tinta para rociar con ella a la gente que le perseguía.
Cómo interpretar y utilizar los sueños
«Un sueño no interpretado es semejante a una carta nunca abierta.» Esta máxima está sacada del Talmud, libro sagrado del pueblo judío que era sabio en materia de sueños y numerología. He aquí algunas reglas para aprovechar mejor los beneficios de los sueños, aprender a desmenuzarlos y a interpretarlos.
Para tener una mejor idea de El libro de los sueños. Conózcase a través de sus sueños .Entenderlo, ayudarlo, por favor continúe esta emocionante aventura haciendo clic en Amazon Spain, Amazon Mexico, Amazon US, Amazon UK, Amazon Australia, Amazon Canada, Amazon India, Casa deLibro, Google, Apple, Scribd, Barnes & Noble, Bookmate, Kobo, Bookbeat, Fnac, 24 Symbol, Amabook,…
Otras lecturas:




