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Las mariposas – The butterflies

El siguiente texto es un extracto del libro Las mariposas(ISBN: 9781683254980). Conocerlo, entenderlo, interpretarlo y ayudarlo, escrito por Robert Guilbot y Vincent Albouy, publicado por de Vecchi /DVE ediciones.

¿Por Qué Un Libro Sobre Las Mariposas?

Las mariposas

La belleza de muchas mariposas, así como la extraordinaria fase de metamorfosis que transforma a la oruga en un espléndido insecto alado, han maravillado a los seres humanos de todas las épocas y lugares. En Tebas, Egipto, ya se pintaban mariposas en las paredes de las casas en el año 3500 a. de C. En la civilización grecorromana clásica, representan la metamorfosis, la resurrección.

En Japón, la gracia femenina y la fidelidad están simbolizadas por dos mariposas inscritas en el globo lunar. Por el contrario, los aztecas reconocían en ellas el alma de los guerreros muertos en combate. Las flores suelen compararse con las mariposas, que son interpretadas como la forma voladora de las primeras.

Según una leyenda filipina, la primera mariposa nació de la flor que llevaba en sus cabellos un joven que murió ahogado. Flor, metamorfosis y transmigración del alma se hallan reunidas en este mito, que resume todos los anteriores.

Hoy en día, las mariposas siguen presentes en nuestra vida cotidiana, tanto en el arte como en la publicidad. Esta última las utiliza habitualmente para vender coches, realzar la imagen de marca de grandes sociedades industriales o, simplemente, ensalzar la eficacia de un desodorante.

Las mariposas

Los publicistas se basan en su potente simbolismo, que sugiere la belleza de la naturaleza, su fragilidad e integridad. Su mero nombre, mariposa, evoca por sí solo el despertar de la primavera, la libertad y los paseos por bosques y praderas.

Las mariposas diurnas son auténticas joyas. ¿Quién no se ha extasiado, mientras paseaba por un prado o un bosque, ante los vivos colores de sus alas y su «ballet de amor», imprescindible para su reproducción? Las mariposas nocturnas, poco conocidas por la mayoría dela gente, no son demasiado apreciadas.

Sus colores discretos las protegen del ataque de los pájaros y los murciélagos. Su vuelo nocturno inquieta y molesta a los noctámbulos. Sin embargo, si se observan de cerca, puede comprobarse que son magníficas. Sus alas están cubiertas de numerosos dibujos de tonos pastel, acompañados a veces, en algunas especies, de una gota de oro depositada aquí y allá.

Este es uno de los motivos de que los pintores no se hayan mostrado indiferentes a sus colores. Especialmente, el arte del Extremo Oriente utiliza desde el final de la Edad Media representaciones fieles o muy estilizadas de mariposas en el bordado, la pintura y la porcelana. El jarrón de las 100 mariposas, bellamente decorado con reproducciones en relieve de estos insectos, es todo un clásico de la porcelana china.

En cambio, el arte occidental, aunque no desprecia a las mariposas en la Antigüedad o en la Edad Media, las utiliza muy poco hasta tiempos modernos. Noes el caso de los escritores, que siempre fueron sensibles a su fascinante belleza.

A lo largo de estas páginas descubrirá el mundo que forman estos insectos, denominados Lepidópteros por los científicos. Aparecieron con las flores, y están perfectamente equipados para explotar este recurso. La observación de su desarrollo, tan distinto del nuestro y dividido en cuatro fases bien diferenciadas, resulta extraordinaria.

Las mariposas

Sus costumbres son a veces muy complejas, especialmente en el momento de la reproducción (que puede estar muy ritualizada en algunas especies), y suele asombrarnos su realización por parte de unos animales a los que consideramos inferiores. Sin embargo, están muy adaptados para sobrevivir a pesar de los numerosos enemigos naturales que los acechan y desean convertirlos en su menú.

Por desgracia, cada vez hay menos mariposas. Su número disminuye porque el ser humano transforma a diario su medio ambiente sin preocuparse de las bellezas que lo rodean. Ahora bien, para protegerlas hay que conocerlas mejor. El campo de conocimientos requiere aún muchas investigaciones, pero los plazos se reducen. Esperemos que esta obra le permita descubrir estos tesoros, y le convenza de la urgente necesidad de actuar para salvarlos.

Las Mariposas En El Reino Animal

Unos Insectos Evolucionados…

Las mariposas

Si observa el vientre de una mariposa, se dará cuenta de que está formado por una serie de anillos unidos entre sí por unas membranas flexibles. Gracias a este sistema, los anillos pueden moverse con facilidad e independencia. Si se fija en las patas, verá que están constituidas por una serie de fragmentos rígidos, más o menos largos y gruesos, articulados entre sí para permitir una gran amplitud de movimientos. Un cuerpo segmentado provisto de apéndices articulados permite clasificar a las mariposas en el vasto grupo de los Artrópodos, término que en griego científico quiere decir «pie articulado».

El ser humano es egocéntrico, y solo contempla la naturaleza desde su punto de vista. Como es el ser más inteligente que habita el planeta, ha llegado a la conclusión de que es el logro definitivo de la evolución y juzga a los demás seres vivos en comparación con su capacidad intelectual.

No hace falta entretenerse con las plantas y los hongos, que no pueden ni moverse. Entre los animales, ocupan el podio, según este punto de vista, los vertebrados, los mamíferos y los primates. El resto de los animales se clasifican bajo el término de «invertebrados», que agrupa a los Artrópodos, los gusanos, los corales, las esponjas, etc. Pero si sustituimos el criterio de la inteligencia como medida del éxito por el del número de especies, los Artrópodos aparecen como los grandes ganadores de la evolución.

Por sí solos, representan aproximadamente el 80% de las especies conocidas. Aparecieron hace varios centenares de millones de años, en el momento en que los animales complejos, pluricelulares, tomaron el relevo de los seres unicelulares. Viven en toda clase de medios, desde las profundidades oceánicas a los macizos montañosos, del Ecuador al círculo polar.

Dentro de los Artrópodos se incluyen grupos de formas tan diversas como los crustáceos, los ciempiés, las arañas y los insectos. Todos presentan dos características esenciales, más o menos visibles: un cuerpo compuesto de segmentos, fusionados a veces en una masa única, y unos apéndices articulados.

Entre los Artrópodos, destacan dos grupos: los crustáceos, que reinan sin discusión sobre los mares, y los insectos, que dominan las tierras emergentes. Estos últimos son, con diferencia, los más numerosos, ya que casi tres de cada cuatro animales son insectos. Estos, éxito innegable de la evolución por su capacidad para colonizar el más pequeño nicho ecológico disponible, tienen ya a sus espaldas casi 450 millones de años.

Fueron unos de los primeros animales en aparecer durante la conquista de las tierras emergentes y han evolucionado en una amplia variedad de formas, por lo general muy especializadas. La vasta clase de los insectos se divide en dos grupos bien diferenciados. Las especies más primitivas, como las libélulas o los saltamontes, no pasan por una fase inmóvil entre la larva y el adulto. Las especies evolucionadas, predominantes (representan más del 80% de los insectos), tienen una larva muy distinta del adulto.

Entre estos dos estadios, se intercala una etapa inmóvil: la ninfa, en la que se producen profundas modificaciones del organismo. La larva de la mariposa se llama oruga y la ninfa, crisálida. Así pues, las mariposas pertenecen al grupo más evolucionado —y más numeroso— de los insectos, el mayor logro de la evolución a juzgar por la multitud de especies existentes.

… No Tan Jóvenes

Las mariposas

Los científicos no hablan de mariposas, sino que prefieren el cultismo Lepidópteros. Esta palabra, formada a partir de dos raíces griegas, significa «alas con escamas». En efecto, las mariposas se distinguen de los demás insectos por la presencia en sus alas transparentes de pequeñas escamas de colores, que componen los motivos, generalmente apagados y discretos pero otras veces tornasolados, quelas adornan. Incluso las especies que tienen las alas transparentes, como las Sesias, que se asemejan a las avispas, han conservado algunas escamas en las alas que permiten clasificarlas con certeza entre los Lepidópteros.

Los insectos aparecieron probablemente hace 450 millones de años, pero los fósiles más antiguos que se han hallado se remontan a 50 millones de años más tarde. Los Colémbolos, unos minúsculos insectos sin alas que a veces hormiguean en la tierra delas macetas, se encuentran muy próximos al fósil más antiguo descubierto en Escocia. Las alas no se «inventarán» hasta varias decenas de millones de años más tarde.

Al final de la era primaria, durante el Pérmico, periodo geológico que se extiende entre los 295 y los 245 millones de años antes de nuestra época, aparecen los principales grupos actuales de insectos evolucionados, caracterizados por una fase inmóvil entre la larva y el adulto: los Coleópteros, el mayor orden dentro de los insectos, con unas alas superiores endurecidas en forma de estuche rígido, y que abarcan desde los escarabajos y las mariquitas a los abejorros y los gorgojos; los Dípteros, con un único par de alas, que incluyen a las moscas y los mosquitos; y nuestros Lepidópteros, con sus alas cubiertas de escamas.

Solo algunas especies de mariposas actuales, pertenecientes a la familia de los Micropterígidos, se encuentran aún relativamente próximas a esos primitivos fósiles del Pérmico. Han conservado las mandíbulas trituradoras de sus antepasados, que les permiten recoger y comer el polen de las flores. La inmensa mayoría de las mariposas actuales, más del 99%de las especies, son incapaces de alimentarse de polen.

Las mandíbulas han dejado de ser funcionales, las piezas bucales están muy modificadas y forman una trompa aspirante más o menos larga, que enrollan bajo la cabeza. Las mariposas ya no son capaces de triturar los alimentos y solo pueden nutrirse de sustancias líquidas. La trompa de las mariposas aparece como una adaptación para explotar el néctar de las flores, líquido dulce producido por ciertas glándulas especializadas de los vegetales superiores para atraer a los animales.

Al acudir a las flores para alimentarse de este líquido energético, quedan cubiertas de polen, que, a continuación, depositan en otra flor de la misma especie, fecundándola de esta manera. El néctar es, en cierto modo, la recompensa que ofrecen las plantas a los animales, insectos, pájaros o murciélagos que llevan a cabo el transporte del polen y permiten, por tanto, su reproducción.

A comienzos de la era secundaria, la época de los dinosaurios, las plantas no habían «inventado» aún las flores. Predominaban las coníferas, que los científicos clasifican en el grupo de las Gimnospermas. Pero en el Cretácico, hace unos 150 millones de años, aparecen las plantas con flores y, en poco tiempo, pasan a dominar la Tierra.

Hoy en día, 240.000 especies de plantas con flores conviven con solo 700 especies de coníferas, relegadas casi siempre a ambientes marginales, como las montañas. El nuevo recurso que suponía el néctar conllevó la aparición de numerosos grupos de insectos especializados en su explotación, como las abejas.

Las mariposas diurnas actuales, con su larga trompa enrollada bajo la cabeza y sus anchas alas, que mantienen unidas entre sí en posición vertical encima de su cuerpo en reposo, se conocen a través de los fósiles desde el Cretácico. Los primeros homínidos aparecieron hace unos 5 millones de años, mientras que las mariposas diurnas tienen más de 120 millones de años.

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